“Pero si me echo al agua sin tener miedo, bien que mal me sostendré en el agua, debatiéndome contra ella y, poco a poco, me adaptaré a este nuevo medio, aprenderé a nadar” (Henri Bergson).
La instalación que propone Maite Cajaraville (1967, Llerena, Badajoz) muestra como pieza fundamental, una proyección múltiple en una sala cerrada. Nos presenta la imagen de una nadadora de élite que realiza un sinuoso ejercicio acrobático que se modifica por pequeños errores impercetibles hasta un inesperado desenlace.
The swimmer, a visual installation by Maite Cajaraville from Maite Cajaraville on Vimeo.
HORS PISTES, El estadio del arte, Centre Pompidou Málaga , 2018
Post Local Projects, Meiac, Badajoz
Maite Cajaraville compone en La nadadora una alegoría social, nombrando, de forma cifrada, la competitividad, la alienación y la fragmentación del individuo que acarrea, final y dramáticamente, el desorden mental o incluso la muerte.* Una secuencia empleada como alegoría de las relaciones de poder, sus estructuras y mecanismos invisibles que nos seducen y persuaden, condicionando nuestras aspiraciones y anhelos personales. Maite Cajaraville se interesa por los estados internos que atraviesa el individuo y la nadadora es nuestra guía dentro de estos estados.
Maite Cajaraville convierte La nadadora en una experiencia global : el espectador se encuentra dentro de la video-proyección. Es como si la mujer que está nadando le atravesara. Esta creadora asume aquel regreso a lo real propuesto por las instalaciones pero, al mismo tiempo, manifiesta un interés por el espacio virtual, por la inmaterialidad que permite la cibernética.
Cada uno de los vídeos que componen la estancia tiene una fuerza creativa propia. La edición y el montaje imprimen todo el carácter a la determinación de la nadadora: cada respiración, cada nueva brazada, cada pierna, generan en el espectador el gusto por la precisión, lo exacto, una vez inmerso en este nuevo medio, dominado por el ser humano, el espectador se verá reflejado en la nadadora. El sonido, desarrollado por Mar Álvarez y David Gómez acompaña a esta nadadora en su recorrido.
El documental performativo de Maite Cajaraville nos invita, sin dogmatismo, a pasar al acto. “Sólo cabe nadar y aprender, el nadar del aprender, en el que el propio aprender nada y el nadar aprende… a nadar. El nadar nada”.
Extracto del texto de Fernando Castro para el catálogo de la muestra
La vídeo proyección se apoya en una serie de cajas de luz que recrean imágenes de la narración.
Ficha técnica de la pieza:
Concepto y realización: Maite Cajaraville
Producción: Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC). Consejería de Cultura. Junta de Extremadura
Música: David Gómez y Mar Álvarez
Agradecimientos a Tráfico de ideas, Real Canoe, Paco Freire Magariños y por supuesto María Corral, nuestra experta nadadora que aguantó largas horas de duro trabajo con una sonrisa.
Y a todo el equipo que ha hecho posible este proyecto:
Nadadora: María Corral
Fotografía submarina: Felipe Escolano
Técnicos de sonido: Carlos Padilla y Stefano Bianco
Cámara Video Submarina: Juan Cavallé
Cámara: Israel Seoane.